El guardián entre el centeno: una novela de formación

Jerome D. Salinger (1919-2010) fue un joven que vivó la guerra de primera mano cuando se embarcó a Normandía en 1944, con un puesto de contraespionaje para minimizar las bajas americanas. La muerte de sus compañeros y la atrocidad propia de la guerra, sólo pudo ser soportada por su dedicación a la escritura. Se dice que parte de El guardián entre el centeno fue escrito en esta época. La guerra lo impactó tanto que a su regreso a casa se internó voluntariamente en un hospital psiquiátrico por un tiempo.

Reseña y recursos narrativos

El guardián entre el centeno se convirtió en la sensación literaria apenas se publicó, obtuvo críticas positivas que alababan la calidad del personaje y lo bien retratado que estaba el sentimiento de soledad e incomprensión del protagonista, con el que fácilmente se pudo identificar la población americana de posguerra. Pero obtuvo también reacciones negativas, que juzgaban que el tipo de lenguaje empleado era pobre y demasiado coloquial. No obstante, esta es una de las principales características que hacen grandiosa a esta novela, el slang típico de un adolescente quejumbroso.

La historia es aparentemente muy simple: Holden Cauldfield es un joven de 17 años que narra lo sucedido un fin de semana previo a Navidad un año antes de cuando es relatada la historia, días en los que él considera que pasó algo significativo que lo llevó a estar en lo que parece ser un hospital psiquiátrico. Seguimos a Holden en su aventura en Nueva York tras haber sido expulsado de la escuela (era la tercera vez que cambiaba de escuela), durante esta aventura, de sábado a lunes, todo lo que puede salir mal le sale mal.

Holden es el típico adolescente que no está de acuerdo con el mundo en el que vive, en especial con el mundo adulto, por lo que se la vive criticándolo y quejándose de él, en especial porque es el destino inevitable que le espera. Su carácter es impulsivo y explosivo, no está de acuerdo con casi nada, odia prácticamente todo y a todos, sobre todo si tiene que ver con convencionalismos y el mundo adulto. Lo único por lo que tiene respeto es por la infancia, aquel reino perdido que cada vez se aleja más de él, con lo niños se comporta amable y acentúa sus virtudes, en especial sobre su hermana menor Phoebe. Holden tiene una desarrollada capacidad de observación y reflexión, es muy inteligente.

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Los recursos narrativos que emplea Salinger en esta historia son prácticamente tres: la metáfora, comenzando con el nombre de la novela; el lenguaje llano y coloquial, que dan verosimilitud al protagonista; y una sola voz narrativa, la de Holden.

La historia tiene una única perspectiva, la del adolescente incomprendido y solitario que sufre el contexto en el que vive y ataca a cada persona y situación en la que se encuentra. Esta única perspectiva hace que el relato sea muy cercano al lector, ya que nos hace acompañar a Holden en cada paso que da, nos hace desesperar cuando habla por teléfono en búsqueda de compañía, nos enternece cuando platica con su hermanita y nos duele cuando habla de su hermano muerto. El monologo exterior nos hace sentir que Holden nos platica su experiencia personalmente y en más de alguna ocasión nos identificamos con su desencanto y enfado.

Otro recurso que el autor utiliza acertadamente, probablemente el que le da mayor identidad a la historia, es el lenguaje llano y coloquial con el que se expresa el protagonista. La voz narrativa adolescente gana credibilidad frente al lector al expresarse con frases muletilla que se repiten constantemente, como: “¡jo!”, “me deja sin habla”, “…y eso”, “o algo así…” También suele exagerar sus comentarios, por ejemplo: “era como cincuenta veces más inteligente que yo”, “más vieja que Matusalen”, “tardó como cinco horas”.

La aparente sencillez con la Salinger nos presenta a Holden logra un relato entrañable, ya que de boca de un adolescente es retratado todo un contexto, la confusión y angustia con la que vive Holden respecto a su realidad inmediata y su futuro ineludible, es como si él fuera el depósito de todas las angustias familiares y sociales. Tiende a fantasear sobre posibles situaciones a futuro, como lo que pasaría si se fugara o si fuera baleado.

El tercer recurso narrativo en la novela es la metáfora y el simbolismo. Identifico tres momentos específicos: el nombre de la novela, su insistente pregunta sobre a dónde van los patos cuando el lago se congela y el sombrero rojo que compra en Nueva York.

El nombre de la novela es tomado de un poema de Robert Burns[1] que dice:

Si un cuerpo encuentra otro cuerpo, cuando vienen entre el centeno”,

pero Holden lo recuerda como

Si un cuerpo agarra a otro cuerpo cuando viene entre el centeno”.

Lo menciona en una plática con su hermana cuando ésta le cuestiona sobre lo que realmente desea hacer:

“…pues muchas veces me imagino que hay un montón de críos jugando a algo en un campo de centeno y todo eso. Son miles de críos y no hay nadie cerca, quiero decir que no hay nadie mayor, sólo yo. Estoy de pie, al borde de un precipicio de locos. Y lo que tengo que hacer es agarrar a todo el que se acerque al precipicio, quiero decir que si van corriendo sin mirar a dónde van, yo tengo que salir a donde estén y agarrarlos. Eso es lo que haría todo el tiempo. Sería el guardián entre el centeno y todo eso. Sé que es una locura, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer.” (pp. 230-231)

Esta fantasía sostiene el deseo de Holden sobre el cuidado de la inocencia, él es encargado de que los niños no caigan al precipicio, que no pierdan la inocencia, considerando el precipicio como el cambio de etapa, cuando crecemos perdemos la inocencia y cadencia infantil. Holden lo vive y lo padece, él está entre la adultez que tanto detesta y la infancia idealizada. En la fantasía él también está en medio entre el juego infantil y el camino a la adultez.

En lo que refiere a la reiterada duda sobre adónde van los patos de Central Park cuando el lago se congela en invierno, podríamos decir que se trata de una preocupación que lo aqueja constantemente: el miedo a que las cosas se vayan y no regresen, como los muertos, como su hermano muerto específicamente, o bien, como la infancia, cuando creces ya no puedes regresar a ser un infante, sino que sigues creciendo, envejeciendo. Los patos migran y luego vuelven, es su ciclo de vida, pero Holden no tiene la certeza de que vuelvan, de quién los cuida o si alguien se los lleva y luego los devuelve. Este temor sobre lo que se va y no regresa se calma en otra escena, casi al final del libro, cuando se encuentra en el museo y se siente tranquilo porque le gusta que en el museo las cosas no cambien, siempre sean como se exhiben a pesar del tiempo, lo único que cambia son las personas que lo visitan.

Por último, el simbolismo puesto en su gorra cazadora roja que compró en Nueva York la mañana de sábado al inicio del relato. La gorra roja lo hace destacarse del común, le da identidad frente un mundo enajenado y conglomerado, lo hace distinguirse y la única persona con quien lo comparte es con su hermana Phoebe.


Temas principales

Los temas principales que Holden desarrolla son: crítica a la falsedad, el absurdo de la guerra y la ideología militar, idealización de la inocencia y la pureza, resistencia a crecer y desagrado por el mundo adulto, y el despertar de la sexualidad adolescente.

El desencanto y el hartazgo de Holden es evidente, no le gustan las apariencias ni el consumismo que le da sentido a la vida de las demás personas

“Deberías ir a un colegio de chicos alguna vez. Pruébalo alguna vez –dije–. Están llenos de tíos falsísimos y todo lo que haces allí es estudiar y aprender lo suficiente para poder comprarte un puñetero Cadillac algún día, y tienes que fingir todo el rato que te importa que pierda el equipo de fútbol y todo lo que haces allí es hablar todo el día de chicas y de alcohol y de sexo. Y todos forman esos asquerosos grupitos cerrados. Los de equipo de baloncesto el suyo, los católicos el suyo, los malditos intelectuales el suyo, y lo que juegan bridge el suyo. Hasta los socios del maldito Club del Libro del Mes tienen su grupito. » (pp. 177)

La novela de formación

La novela de formación, conocida por su nominación en alemán, Bildungsroman, es un género que trata historias de crecimiento de algún joven, niño o adolescente, hasta la etapa de madurez o bien, hasta algún momento de transformación esencial en el personaje. El término fue acuñado por el profesor Karl von Morgenstern a inicios del siglo XVII; el vocablo “bildung” tiene una doble acepción: formación espiritual y física. No obstante, su difusión se le adjudica a Wilhem Dilthey, quien en 1870 clasificó algunas novelas con características similares. Dichas características son:

  • 1) el protagonista es joven, niño o adolescente;
  • 2) el conflicto con su entorno es lo que da inicio a la historia y las experiencias que recoge de su viaje de formación/aprendizaje son las que al final lo harán poder integrarse a su medio;
  • 3) sufre al notar la diferencia entre su mundo idealizado y el real;
  • 4) la historia no contempla la muerte del protagonista y tiende a finalizar felizmente o al menos, sin daños irreparables.

Para otros autores debe incluir también estas características:

  • El héroe debe ser solitario, en la búsqueda de algo que de sentido a su vida y ser reactor a los convencionalismos sociales.
  • La historia debe seguir al joven hasta que deja de centrase en sí mismo y puede incluirse como parte de la sociedad en la que crece.

Son historias que muestran una postura de rebeldía frente al mundo adulto, debido a que el protagonista tiene una gran necesidad de diferenciarse de sus padres y modelos adultos, así como al destino o planes que han reservado para ellos. La necesidad de marcar su diferencia en la abrumante masa social y la pérdida del privilegiado mundo infantil, generan una gran angustia.

La soledad es otro un rasgo determinante en el adolescente protagonista. Son personajes inteligentes, más que el promedio, y suelen darse cuenta de ello lo que los hace distanciarse del grupo de jóvenes de su edad. Al ser inteligentes y notar esa diferencia con sus pares, se vuelven arrogantes y orgullosos de su peculiaridad ante el rebaño, no sólo buscan la soledad, sino que marcan su distancia con los otros y sólo con ciertos personajes logran hacer contacto sincero.

El guardián entre el centeno pertenece a este género. Holden es un chico solitario y rebelde, inteligente y observador de su entorno, muchas veces se cree mas listo que los demás, aunque otras, se menosprecia.

El único rasgo con el que no cumple por completo es con el de la transformación o evolución del personaje, ya que la aventura de aprendizaje es tan sólo de tres días, en los cuales, Holden tocó fondo, rompió con la escuela y con sus amistades, y de no ser por Phoebe, probablemente se hubiese perdido por completo. Phoebe es su ancla a la realidad. No hay un final feliz sino más bien neutral, ya que Holden se encuentra en lo que parece ser un hospital psiquiátrico, en recuperación.

[1] Robert Burns, (Alloway, Ayrshire, Escocia, 1759 – Dumfries, 1796) considerado el poeta nacional de Escocia. Murió en Dumfries, el 21 de julio de 1796.

Comentario a «El hombre que corrompió a Hadleyburg» de Mark Twain

Contexto

La segunda mitad del Siglo XIX, Estados Unidos, en especial después de la abolición de la esclavitud con la Guerra Civil (1861-1865), se caracterizó por una serie de cambios sociales y económicos que impulsaron al crecimiento del país de manera espectacular. Tras la batalla de los estados sureños con los estados norteños, la prosperidad económica se abrió paso con la consolidación de la industria, se idealizó el progreso y el éxito individual. La guerra trajo consigo progreso, el sistema ferroviario, las telecomunicaciones (telégrafo) y, como ya no contaban con mano de obra gratuita (esclavos), la afluencia de los inmigrantes europeos se hizo cargo de atender a la demanda laboral al emplearse como mano de obra barata.  

La sociedad estadounidense había cambiado, pasaron de ser, mayoritariamente, una población rural a ser, principalmente, una población urbana; el país se había modernizado y la industrialización había ganado. Con la transformación vinieron otros problemas como la pobreza urbana y las miserables condiciones de trabajo y salario, haciendo una marcada diferencia entre las clases sociales. No obstante, para la mitad del segundo decenio del siglo XX, Estados Unidos se había convertido en el país más rico del mundo.

La literatura norteamericana y el arte en general, fueron deslindándose del romanticismo para pasar a una perspectiva de la vida y el arte más apegadas a la realidad, con descripciones que buscaban la verosimilitud apegada a la realidad cotidiana; además, se usó el arte para la denuncia y crítica social, así como para retratar los convencionalismos, los usos y costumbres de la gente. La corriente artística que desplazó al romanticismo fue el Realismo, el que se caracterizó por: la exaltación de lo cotidiano y la descripción detallada del contexto, así como la complejidad psicológica de sus personajes definidos por la función y el rol de sus actividades diarias.

Mark Twain

Uno de los máximos exponentes literarios norteamericanos fue Mark Twain (Samuel Clemens), originario de Florida (1835 – 1910), criado en Hannibal, Mississippi. Si bien abandonó sus estudios a corta edad, en la adolescencia se entrenó como tipógrafo en una editorial, siendo éste su primer acercamiento al mundo de la literatura y el periodismo.

Mark Twain (1835-1910)

La escritura de Twain tendía a ser ligera y humorística, pero también fue literatura de denuncia y crítica social. Sin embargo, algo característico en el estilo de este autor fue el lenguaje coloquial que buscaba reproducir la forma real de hablar de los estadounidenses, lo que ayudó a popularizar sus novelas. Las aventuras de Huckleberry Finn (1884) fue su novela más exitosa y la que lo consolidó como uno de los escritores estadounidenses más relevantes de la historia. Ha sido considerado por algunos colegas, junto a Herman Melville, como el autor iniciador de la llamada Gran Novela Norteamericana. Twain fue un claro exponente del realismo, logrando captar los modismos y estilos de vida norteamericanos.

El hombre que corrompió a Hadleyburg

El hombre que corrompió Hadleyburg (1899) es una novela corta (story) escrita al estilo de una comedia, o bien, una parodia. La historia relata como un forastero ha decidido tomar venganza en contra de la ciudad más honrada e incorrupta de todo el país. Dicho forastero fue ofendido por los ciudadanos de Hadleyburg (nunca se dice la ofensa) y decide vengarse contra toda la ciudad ideando un plan para desenmascarar su vanidad y soberbia, buscando demostrar que la supuesta ciudad incorruptible se puede corromper.

En Hadleyburg hay 19 familias honorables, algunas de ellas son las más poderosas de la ciudad, tanto por su dinero como por sus puestos públicos; algunas otras, su honorabilidad está puesta en su estilo de vida y sencillez, tal es el caso de los Richards, un matrimonio de personas mayores que apenas tienen para vivir decentemente.

El forastero quiere poner a prueba la honradez de la población, su plan es muy elaborado: pone en custodia un fardo de monedas de oro con la familia Richards, enconmendándoles que sea entregado al ciudadano que alguna vez lo ayudó y le dio un buen consejo que lo hizo enderezar su vida. Una vez hecho público que la persona que entregue por escrito dicho consejo se le entregará el fardo de monedas de oro, el forastero pone una nueva trampa: envía una carta a cada familia honorable de la ciudad con el supuesto consejo para que reclame el premio. Cada familia cae en la avaricia del oro, haciéndose pasar por el supuesto hombre que ayudó al forastero. De esta forma había 19 cartas que tenían el consejo, pero ninguno era el correcto. Las mismas familias se expondrían frente a toda la ciudad como ventajosas, deshonestas y corruptas.

El fardo de monedas de oro contenía en su interior 2 cartas más con indicaciones para ser abiertas en la asamblea donde las familias serían expuestas. Una de esas cartas decía el nombre de la persona que ayudó al forastero, Goodson, el único ciudadano que no amaba Hadleyburg, sino todo lo contrario, y que había fallecido recientemente. Además, decía el consejo completo, que difería al contenido de las cartas enviadas por las familias honorables. Una a una, las cartas fueron leídas y el pueblo entero se encargó de humillarlos públicamente. La risa hilarante, el sarcasmo de sus hurras y la invitación a que siguieran exponiendo a esas familias, fue sin duda el mejor toque de humor para una situación así. No hay indignación, sino que salió a relucir lo peor de las personas, lo que podría haberse hecho una tragedia se convirtió en una comedia.

Burges, el encargado de dirigir la asamblea, decide no leer la carta 19, la correspondiente a los Richards, como compensación a un favor hecho con Edwards en el pasado que lo salvó de la muerte. De esta manera, fueron los Richards quienes quedan como la única familia realmente incorruptible de la ciudad, los únicos que merecen el respeto de su gente y pueden poner en alto el nombre de Hadleyburg. Pero todo era una mentira tras otra, un engaño que tapa a otro, un secreto que se hace más grande con otro más.

La última carta del fardo de monedas de oro decía la verdad sobre la venganza:

… En cuanto descubrí con qué cuidado y vigilancia se mantenían ustedes y mantenían a sus hijos apartados de la tentación, me di cuenta de cómo tenía que proceder. ¡Pobres criaturas, que no comprendían que la mayor de todas las debilidades es la virtud que no ha pasado por la prueba del fuego! Tracé un plan y reuní una lista de nombres. Mi proyecto consistía en corromper Hadleyburg, la incorruptible. Pretendía convertir en mentirosos y en ladrones a casi medio centenar de hombres y mujeres irreprochables que en toda su vida no habían mentido ni robado un penique.

Posdata de la segunda carta del forastero

La asamblea se sale de control, las monedas eran de plomo y no había premio para nadie, hasta que se inicia una subasta para, al menos, compensar a los Richards con algo de dinero. El forastero, quien estuvo presente de incógnito en la reunión, compra el fardo, negocia con el banquero y el candidato de la ciudad, logra hacer el equivalente a lo que supuestamente valía el premio inicialmente y compensa a los Richards, convencido de que, sólo ellos son dignos de la fama de esa ciudad. Al final, la maraña de engaños y simulaciones terminó por engañar al forastero también quien tuvo que aceptar su derrota al corromper a una ciudad entera.

Edward Richards es el personaje icónico, destacado ciudadano reconocido por su sencillez y honradez, lo que le creó una alta estima en sus vecinos, ya que parecía que él y sólo él era digno de ser llamado incorruptible. La ciudad necesitaba un héroe y lo colocó en el humilde Edwards.

El final es el remate ideal para una comedia como esta, la culpa, la paranoia y la mentira descubierta del matrimonio Richards terminan por desaparecer los aires de grandeza de la ciudadanía entera. Los Richards habían logrado todo aquello que siempre quisieron y al obtenerlo enloquecieron y perdieron todo de golpe.

Twain logra capturar la esencia humana, las complejidades de la convivencia social, sus códigos y sus fallas, como el vivir de las apariencias, del qué dirán y la forma en cómo eso determina las relaciones humanas. Ante todo, somo seres sociales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

El Gran Gatsby, un ícono de la Generación perdida

Contexto: Fitzgerald

Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) fue un escritor estadounidense que perteneció a la llamada Generación perdida (Lost Generation), que corresponde a los escritores norteamericanos que vivieron y sobrevivieron a la Primera Guerra Mundial y a los cambios que con ello vinieron: la transformación social, económica y política que arrolló a Norteamérica trayendo consigo nuevas formas de vida. El término de Generación perdida fue acuñado por la escritora, también estadounidense, Gertrude Stein.

Fitzgerald vivió intensamente esos ajustes sociales, en medio de la fiesta, el alcohol (prohibido entonces en Estados Unidos), la fama y los clubes de jazz; así como con sus largas estadías en París, algo típico en los artistas de los años veinte. Muchas de sus obras reflejan este estilo de vida, mostrando la decadencia de la clase alta y las adversidades de la clase baja americana. Los fabulosos años veinte fue una época en la que el mundo trataba de recuperarse del trauma de guerra y la manía y la depresión permeaban el ánimo general.

EL GRAN GATSBY: «Gatsby? Who Gatsby?

El Gran Gatsby (1925) es su novela más conocida y, por lo tanto, su novela más exitosa. La historia está contextualizada en 1923 y relata la historia de Jay Gatsby, un multimillonario conocido por dos peculiaridades: por ofrecer las más grandes y extravagantes fiestas en su mansión del West Egg; y por el misterio que rondaba a su alrededor, ya que, nadie en realidad sabía de donde provenía este hombre y cómo había conseguido tal fortuna. El misterio era tal, que la mayoría de la gente ni siquiera lo conocía en persona. Gatsby se manejaba en el halo del misterio, la elegancia y la ostentación. Había hecho más que fortuna y fama, había creado un personaje, se había hecho mítico.

La historia es narrada en tercera persona por un narrador testigo, Nick Carraway, un joven oficinista que, tras su regreso de la guerra, busca establecerse en una vida normal de clase media. Sin saberlo, termina siendo el vecino de Gatsby, al rentar la pequeña casa de al lado del magnate. Nick, es un personaje mancuerna en esta historia, al convertirse en el celestino de Gatsby quien está profundamente enamorado de Daisy, su prima. Daisy fue el gran amor de juventud de nuestro protagonista, previo a su partida a la guerra. Daisy no lo esperó y a la primera oportunidad se casó con Tom Buchanan, un joven adinerado y de afamada familia, que podía solventar el estilo de vida de la desesperada mujer.

Tom y Daisy Buchanan

He aquí un maravilloso acierto del autor: representar las personalidades de los personajes de manera excepcional. Si bien el libro no está lleno de largas descripciones, cada personaje está bien delineado en base a sus intereses y motivaciones. Por ejemplo:

Daisy parece ser ingenua, despreocupada, dejándose llevar por lo que acontece a su alrededor; pero al mismo tiempo, seductora, acostumbrada a ser el centro de atención. El autor nos brinda detalles sutiles como:

He oído decir que el único fin del susurro de Daisy era que la gente se inclinara hacia ella.  

Y más adelante agrega: había algo en su voz que los hombres que la habían querido no podían olvidar.

Es una mujer delicada pero que sabe usar sus encantos para no pasar desapercibida y lograr que la veneren. Otra frase que nos muestra la mentalidad del personaje es cuando nació su hija:

Me alegra que sea una niña. Y espero que sea tonta. Es lo mejor que en este mundo puede ser una chica: una tontita preciosa.

Por su parte, Tom es un hombre que cree que lo merece todo y se cree superior a cualquiera, ha sido educado para creerlo y tiene el dinero y la fama para demostrarle al mundo que lo es. Piensa cosas como:

A nosotros, que somos la raza dominante, nos toca mantenernos vigilantes para que las otras razas no se hagan con el control de todo.

Crítica a la alta sociedad

El autor hace un especial énfasis en la clase social y las personas de las que se rodean los personajes principales. Por ejemplo, en la escena donde Nick va a visitar a su prima a East Egg, tres personajes sobresalen: Tom, Daisy y Jordan Baker. Tom hace alarde de su hombría, seguridad y poder, tiene una majestuosa casa y una vida de lujos que Nick no podría ni soñar; Daisy está en pleno ocio con su amiga Jordan, riendo y despreocupada de todo; y Jordan Baker, una golfista de renombre que pareciera que poco le importa lo que pasa a su alrededor, salvo por la fiesta y los chismes. La gente rica se reúne con gente rica, saben sus chismes, los solapan, viven en un estado de aparente bienestar en donde no se nota cuando y a qué hora van a trabajar.

Gatsby, un hombre enamorado, un héroe atípico

Una de los elementos más destacados de la novela son las grandes y espectaculares fiestas que ofrecía el protagonista, las cuales, sólo tenían por objetivo contactar a alguien que pudiera conocer a Daisy. Su casa estaba justo enfrente de la de ella, del otro lado de la ciudad. El personaje de Gatsby es difícil de asimilar porque no es el típico enamorado romántico que desde su desmejorada clase social lucha por conseguir a su bien amada, sino que se crea un personaje con el cual pueda estar a la altura de lo que él sabe que ella quiere: dinero y prestigio. Todo lo que Gastby ha hecho ha sido para cuando pueda estar con ella, aun cuando Daisy eligió estar con otro, él cree que regresando a su vida de manera triunfal logrará traerla de vuelta. El amor de él no le deja ver que su amada es convenenciera y débil, está confundida y no hará un acto heroico de amor. Por su parte, Gatsby está enamorado y obsesionado, incluso detiene sus multitudinarias fiestas porque considera que son vulgares para Daisy, hace todo para complacerla.

Escena de la fiesta, ¡Excelente!

Gatsby fue descubriéndose como humano más allá de su personaje mítico y afamado; como lectora, dejó de importarme que su riqueza proviniera de negocios ilegales, porque su personalidad ganó mi corazón conforme lo conocía; así como se hizo amigo de Nick, así ganó mi empatía y cariño, especialmente en su vulnerabilidad emocional frente al amor perdido. Gatsby era grande, no por su dinero sino por su pasión, siempre fue un buen amigo con Nick y la lealtad amorosa hacia Daisy era ideal.

Por su parte, conforme avanza la lectura otros personajes se van haciendo cada vez más despreciables, en especial Daisy y Tom, quienes sin ninguna duda se corresponden una al otro: mentirosos e hipócritas jugando a que se quieren y se desprecian, su matrimonio no era otra cosa más que un juego de conveniencias y apariencias.

Si no fuera por Nick

Otro elemento fundamental en la obra es Nick, porque más allá de ser el narrador de la historia, genera una gran empatía por ser el joven que no encaja en ese mundo de ostentosidad y farsa de la gente rica, se jacta de ser: una de las pocas personas honradas que ha conocido en su vida. Nick es un joven que vivió la guerra, sobrevivió a ella y lucha por salir adelante por cuenta propia con un trabajo común y corriente, con un horario de oficina tradicional, que toma el tren cada día y nos presenta los claro oscuros de la ciudad de Nueva York: los límites marginales y la opulencia. Vive solo, renta una casita diminuta que apenas puede pagar y conduce un modesto carro. Es un hombre de treinta años, sincero, honesto, trabajador y de buenos sentimientos que termina por apreciar a su vecino rico como un buen amigo, el único amigo verdadero que tuvo Gatsby.

La colorimetría

Un último elemento que no se puede obviar: los colores. Fitzgerald coloreo esta historia en una gama de colores vivos, como rosa, rojo, dorado y amarillo, principalmente. Brinda una experiencia sensorial particular, considero que fue un recurso bien aprovechado cuando la novela fue adaptada al cine. El color es un elemento esencial en la obra, ya que, por un lado realza la ostentación y el lujo; y por otro, contrasta con la historia trágica.

En resumen, es una novela que retrata muy bien la vida de la aristocracia norteamericana de la segunda década del siglo veinte y la ideología imperante del espíritu del país. Además de presentar un inusual personaje principal, más humano y menos héroe enaltecido


[1] Fitzgerald consideró llamar Trimalción a esta novela, antes de decidirse por El gran Gatsby. Trimalción es el fatuo, caprichoso y generoso héroe del Satiricón de Petronio. Lo menciona así el traductor Justo Navarro, en la edición que leí de esta novela.

Referencias bibliográficas

  • Fitzgerald, F. S. (1925). El gran Gatsby. Editorial Sexto Piso, México: 2017.
  • VanSpanckeren, K. Capítulo 6. Modernismo y experimentación. La literatura norteamericana en síntesis.
  • Silvester, Ch. (1993). F. Scott Fitzgerald. Las grandes entrevistas de la historia (1859-1992). Santillana, El país – Aguilar Ediciones. España: 1998. Págs. 347-353.
  • Llovet, Jordi. (1995). La “Lost Generation”. Lecciones de literatura universal Siglos XII a XX. Cátedra, España: 2012. Págs. 977-986

Análisis y comentario a «¿Por quién doblan las campanas?» de Ernest Hemingway

El título de la novela es tomado del poema de John Donne

¿Por quién doblan las campanas? Reseña

Por quién doblan las campanas (1940) es una de las novelas más conocidas y aclamadas de Ernest Hemingway (1899-1961). Esta obra relata la historia de un dinamitero norteamericano de nombre Robert Jordan, que tiene por misión derribar un puente en la sierra de Guadarrama, España, en donde se encuentran algunos guerrilleros luchando por la República en contra de los fascistas en plena guerra civil española (1936).

Jordan es el personaje principal de la novela, aunque está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, son los pensamientos y reflexiones de este hombre los que nos acompañan a lo largo de la novela y es la forma en que conocemos a los demás personajes.

Los personajes secundarios más importantes son: Pilar, María, Pablo y Anselmo. Otros personajes con menos presencia son: Agustín, Andrés, Eladio, Fernando, El Sordo y su banda, así como los oficiales mayores que apenas hacen aparición en la novela.

Los personajes: roles y funciones

Anselmo funge un rol muy importante en la novela, ya que es el enlace entre Jordan y la banda de Pablo; es un hombre que se destaca por ser de fiar, sabe seguir órdenes, es leal a la causa y a su gente, no le gusta asesinar hombres, aunque sí cazar animales. Su muerte fue una de las más lamentables.

Pablo es un hombre desconfiado, neurótico, alcohólico pero muy inteligente, es un buen estratega y sus conocidos le reconocen sus logros anteriores, aunque en el momento de la historia se encuentra en medio de una crisis y es catalogado como cobarde. Por su parte, su esposa, Pilar, es una mujer de fuertes convicciones, habla demás, las más de las veces cuando nadie se lo solicita, se expresa como si ella tuviera la razón y el conocimiento de todo; es buena cocinera y tiene buenas intenciones, pero su carácter agresivo genera cierto rechazo hacia ella; sin embargo, es Pilar quien dirige realmente la banda de Pablo, sus hombres harán lo que ella diga porque han desconocido a su líder desde que cayó en crisis.

María es el elemento más vulnerable de la historia: es una mujer joven, huérfana, fue humillada y sometida cuando los fascistas llegaron a su pueblo y se apoderaron de él, fue rapada y marcada por ellos. Ser rapada es una característica del personaje, incluso la llaman la rapadita, es dócil ante todos, en especial frente a Pilar quien la ha adoptado como a una hija. Fue la banda de Pablo quienes la salvaron en el ataque al tren, meses antes de la llegada de Jordan, probablemente hubiese muerto de no ser por ellos. Pilar le enseña lo que sabe y fue ella quien prácticamente se la ofreció al norteamericano. María remueve los sentimientos de Jordan y lo hace vivir los mejores días de su vida, se enamoran en medio de la guerra, como una forma de salvarse mutuamente y viven intensamente su amor a pesar del contexto bélico. María representa la esperanza en Jordan, a partir de que se enamora de ella comienza a hacer planes para el futuro, aun cuando sabe que probablemente ese futuro no exista después de volar el puente.

La historia gira alrededor de Jordan, si bien el tema de fondo es el movimiento armado, la narrativa de Hemingway pone el énfasis en las historias personales de los personajes. Jordan es un profesor de español en la Universidad de Montana, pero desde hace un año forma parte de la fuerza armada que defiende a la república en España de los fascistas y su dictadura. Su labor es hacer lo que se le pide, en este caso fue derribar un puente, y si tiene que morir por la causa lo hará, a él no debería importarle nada más ni hacerse preguntas sobre lo que está haciendo y si es que en eso aportará algo a la guerra o si hará la diferencia, simplemente debe cumplir órdenes, para lo cual es muy bueno. La misión requiere aliarse con las bandas guerrilleras de las montañas para cumplir su objetivo. Estas bandas, la de El sordo y la de Pablo, hacen referencia constantemente al anterior dinamitero: Khaskin, el cual voló un tren meses atrás, donde conocieron a María.

El carácter del protagonista se destaca por ser muy pensativo y organizado, sabe lo que tiene que hacer y busca cumplirlo a toda costa. Es un hombre controlado, trata de cuidar sus palabras, de no hablar de más y de hacer lo que se debe hacer. Es por esto que la llegada de María a su vida lo cambia, ahora piensa en ella más que en su deber militar, se da cuenta de su distracción, pero lo que María le ofrece es un futuro y la guerra es justo lo que no le ofrece.

Simbolismos y temas

Esta novela aborda varios temas, no sólo la guerra y la lucha por ideales, sino también la normalización de la violencia y el asesinato (el capítulo X es brutal), la burocracia militar, la locura que genera la guerra, el anhelo de libertad y la necesidad de esperanza.

Puedo identificar algunos elementos simbólicos, como la cueva que la banda de Pablo usa de guarida. No es sólo un refugio donde pasar la noche y alimentarse, la entrada y salida de la cueva es constantemente nombrada, la luz y la oscuridad; es significativo que Jordan duerma afuera a pesar del frío, incluso en algún momento la cueva es nombrada como manicomio. Me evoca a la caverna de Platón.

Por otro lado, el puente es visto como la tarea principal, si bien la banda de Pablo no está de acuerdo en un inicio, terminan por convencerse de que es su mejor opción para lograr su objetivo. La demolición del puente es su boleto de libertad, si bien no se obtiene la victoria ni le pone fin a la guerra, si los obliga a irse de las montañas y emigrar a otro sitio donde puedan vivir mejor (Gredos o Madrid).

Un elemento más que llamó mi atención fueron los cuatro jinetes que aparecieron casi al final de la novela, con los cuales se anuncia que los fascistas están ganando territorio y los guerrilleros corren peligro. Los jinetes me hicieron alusión a los cuatro jinetes del apocalipsis, es decir, que el fin está cerca.

Y ya que se hizo la alusión bíblica, considero que la banda de Pablo se asemeja a los apóstoles de Jesucristo. La llegada de Jordan puede verse como la llegada del mesías que, si bien en un inicio no fue recibido como tal sino como un hostil, prontamente se ganó su confianza y terminó por asumir el mando del grupo. María es como María Magdalena, no es prostituta, pero está marcada por el abuso de otros hombres y es algo que la persigue, aunque Jordan logra ver más allá de eso y se enamora de ella, así como Jesús reivindicó a María Magdalena. Pilar hace honor a su nombre, ya que es el pilar del grupo de guerrilleros, sin ella se hubieran desintegrado tras la crisis de su marido; Pilar hace referencia a Pedro (piedra), el apóstol que edificó la Iglesia de Cristo. Por su parte, la inestabilidad de Pablo y su intento de traición al robar parte de los fusiles, lo asemeja a Judas Iscariote, pero al final su regreso y su reivindicación es tomado por Jordan como un milagro, el milagro que había estado esperando como indicio de que todo saldrá bien. Al final, Jordan se convierte en héroe al sacrificarse por los otros, no hace siquiera el intento por querer huir, sino que se ha resignado en que lo mejor es morir ahí, su misión había sido cumplida y sólo retrasaría a su grupo si se iba con ellos, renuncia a su amor con María y le asegura que siempre vivirá en ella. El sacrificio lo hace un héroe mesiánico.

Hemingway y la Guerra

Además de estos simbolismos, considero que el protagonista retrata rasgos del autor, como la nacionalidad, su incursión en la guerra civil española y el suicidio de su padre. Muestra, además, la ideología del autor puesto en Jordan a través de los monólogos interiores que permean la novela. En estos, el protagonista se cuestiona sobre las razones ideológicas personales, aunque no toma partido por alguna postura en particular, salvo su apoyo a la república considerando que en el conflicto bélico se jugaban más que los fascistas contra los republicanos, sino la mano comunista rusa, incluso se mencionan la intrusión de otros países.

Hemingway vivió en carne propia los horrores de la guerra, no sólo la española sino la primera y segunda guerra mundial, entre otras en que fue corresponsal para los diarios en que trabajó. Su primer acercamiento a la literatura fue a través del periodismo en donde aprendió la técnica de ser breve, conciso y puntal, pero en realidad fue en los años veinte, en París, al codearse con las personalidades artísticas de las vanguardias, que su carrera como escritor comenzó realmente.

La relación con España no fue únicamente por su labor como corresponsal de guerra y su incondicional postura republicana frente a la dictadura, sino también porque se enamoró de su cultura, en especial por las corridas de toros. Sin embargo, el papel que los intelectuales de la época tenían en la guerra era primordial como propaganda de las posturas políticas internas hacia el resto del mundo.  Hemingway se involucró en el conflicto español no sólo como corresponsal sino también con apoyo económico que logró recaudar para los combatientes republicanos y la asistencia de ambulancias, incluso ayudó a entrenar a las tropas españolas en el manejo de fusiles.  

Por quién doblan las campanas retrata no sólo lo ya mencionado sobre las vidas trastocadas de las personas directamente involucradas, la mayoría gente de pueblo a quienes la guerra los atravesó, sino también hace una crítica a las carencias y fallas en la organización del ejército republicano, en especial al abastecimiento de recursos necesarios.

Referencias bibliográficas

Comentario a «Los abedules» de Robert Frost

Contexto

Con el inicio del siglo XX, el movimiento modernista cambió la forma de escribir y percibir el mundo en Estados Unidos, sobre todo porque es un tiempo, una sociedad que queda atravesada por las guerras mundiales.

Robert Frost (1874-1963) pertenece al movimiento modernista norteamericano y al grupo de escritores que viajaron a Europa para vivir los años veintes parisinos con la élite de intelectuales. Aunque, en realidad él nunca se afilió a ningún movimiento, por su época es donde comúnmente se le ubica. La poesía de Frost es sencilla y accesible al lector en comparación con otros poetas de la época, como T.S. Elliot, quien hacía mayor uso de metáforas y simbolismos. No obstante, Frost es un poeta filosófico y espiritual que puede plasmar la vida cotidiana con bellísimas imágenes que vuelven lo ordinario en extraordinario.

Robert Frost

Los abedules

En el poema Los abedules (Birches), Frost habla sobre ser un columpiador de árboles, sí, así de bello como suena. El autor juega con la imagen de un joven que se trepa a los abedules del bosque y cuando está en la cima se deja caer, doblando al árbol hasta que éste lo regresa a la tierra. Hace esto con cada árbol a su paso. Lo increíble del arte es que cada persona se lo apropia y pueden saltar un sinfín de interpretaciones.

Interpretaciones

  • los árboles pueden verse como los antepasados, los principios y reglas establecidas y heredadas a las nuevas generaciones, normas que han estado ahí desde siempre y, cada tanto, hay alguien que los doblega, los cambia o transgrede, como el joven que se columpia en ellos.
  • O bien, pueden verse como los sueños por conquistar, los planes por realizar y cómo hay que trepar hasta lo más alto para lograrlos, pero no te puedes quedar ahí por siempre, es la parte más frágil del árbol, hay que volver a la tierra porque, además, hay muchos otros sueños-árboles por conquistar.

El poeta recuerda con nostalgia cómo él solía hacer lo mismo que el columpiador de su poema y por momentos, cuando la vida lo sobrepasa, anhela volver a hacerlo. El poema juega con la idea de subir y bajar, subir hasta la copa del árbol, más cerca al cielo para luego bajar y tocar el piso de nuevo. Es el sube y baja de la vida misma, conquistar las alturas como se conquista un sueño, sobre pasar límites (los heredados y establecidos), ir más allá, pero nunca perder el piso, siempre tener la posibilidad de volver a tocar la tierra (volver al origen). Frost dice:

“…y quisiera alejarme de la tierra algún tiempo,

para luego volver y empezar otra vez.

Que jamás el destino, comprendiéndome mal,

me otorgue la mitad de lo que anhelo

y me niegue el regreso”.

Quiere ir tan lejos como pueda, pero siempre con la posibilidad de regresar.

Al inicio del poema el autor menciona que son las tempestades las que han curvado a los abedules, aunque a él le gusta más la idea de que haya sido un muchacho. Con tempestades, Frost evoca a los problemas, las circunstancias de vida que están fuera del control humano, son cosas que suceden y dejan destrozos a su paso:

Pero no es un muchacho quien los deja curvados,

sino las tempestades. A menudo hemos visto

los árboles cargados de hielo, en claros días

invernales, después de un aguacero.

Cuando sopla la brisa se les oye crujir,

se vuelven irisados cuando se resquebraja […]

La carga los doblega hacia los mustios

matorrales cercanos, pero nunca se quiebran,

aunque jamás podrán enderezarse solos.”

Sin embargo, pese al contexto incontrolable, son las personas, en este caso, el joven que se columpia como ícono de la juventud soñadora, quienes dejan su marca de paso por el bosque. El bosque es un símbolo para la vida misma y, además, era el lugar predilecto de Frost, quien vivía en el campo y su obra poética está regida por la observación de la naturaleza y sus reflexiones filosóficas.

Comentario final

Frost fue un poeta excepcional aunque haya quienes lo consideraban menor, en especial cuando lo comparan con otros grandes de su época como T.S.Elliot o Ezra Poud. Para mí ha sido un descubrimiento maravilloso acercarme a Frost, no considero en absoluto que sea un poeta menor, al contrario, su sencillez, la forma en cómo juega con imágenes de la vida cotidiana para filosofar o encontrar su conexión con lo espiritual personal, me parece una labor trascendental. Por momentos me recuerda a Emily Dickinson.

Otros poemas

Otro de sus poemas que se ha convertido en uno de mis favoritos es El camino no elegido, donde habla sobre tener dos caminos, elegir el poco transitado y hacer la diferencia:

(…) De aquí a la eternidad:

Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,

Yo tomé el menos transitado,

Y eso hizo toda la diferencia.

Otro poema que adoro, por su dura verdad, es Fuego y hielo:

El mundo acabará, dicen, presa del fuego;

otros afirman que vencerá el hielo.

Por lo que yo sé acerca del deseo,

doy la razón a los que hablan de fuego.

Mas si el mundo tuviera que sucumbir dos veces,

pienso que sé bastante sobre el odio

para afirmar que la ruina sería

quizás tan grande,

y bastaría.

Para terminar

Para terminar, dejo el poema en idioma original, ya que siempre es importante (en la medida de lo posible) leer a los autores en la lengua en que escribieron.

Dejo a continuación links donde encontrar más información del autor:

Birches

When I see birches bend to left and right

Across the lines of straighter darker trees,

I like to think some boy´s been swinging them

But swinging doesn´t bend them down to stay.

Ice-storms do that. Often you must have seen them

Loaded with ice a sunny winter morning

After a rain. They click upon themselves

As the breeze rises, and turn many-coloured

As the stir cracks and crazes their enamel.

Soon the sun´s warmth makes them shed crystal shells

Shattering and avalanching on the snow-crust

Such heaps of broken glass to sweep away

You´d think the inner dome of heaven had fallen.

They are dragged to the withered bracken by the load,

And they seem not to break; though once they are bowed

So low for long, they never right themselves:

You may see their trunks arching in the woods

Years afterwards, trailing their leaves on the ground,

Like girls on hands and knees that throw their hair

Before them over their heads to dry in the sun.

But I was going to say when Truth broke in

With all her matter-of-fact about the ice-storm,

I should prefer to have some boy bend them

As he went out and in to fetch the cows—

Some boy too far from town to learn baseball.

Whose only play was what he found himself,

Summer or winter, and could play alone.

One by one he subdued his father´s trees

By riding them down over and over again

Until he took the stiffness out of them,

And not one but hung limp, not one was left

For him to conquer. He learned all there was

To learn about not launching out too soon

And so not carrying the tree away

Clear to the ground. He always kept his poise

To the top branches, climbing carefully

With the same pains you use to fill a cup

Up to the brim, and even above the brim.

Then he flung outward, feet first, with a swish,

Kicking his way down through the air to the ground.

So was I once myself a swinger of birches.

And so I dream of going back to be.

It´s when I´m weary of considerations,

And life is too much like a pathless wood

Where your face burns and tickles with the cobwebs

Broken across it, and one eye is weeping

From a twig´s having lashes across it open.

I´d like to get away from earth awhile

And then come back to it and begin over.

May no fate willfully misunderstand me

And half grant what I wish and snatch me away

Not to return. Earth´s the right place for love:

I don´t know where it´s likely to go better.

I´d like to go by climbing a birch tree

And climb black branches up a snow-white trunk

Toward heaven, till the tree could bear no more.

But dipped its top and set me down again.

That would be good both going and coming back.

One could do worse than be a swinger of birches.

Mientras agonizo: Polifonía Narrativa y monólogo interior

Comentario a «Mientras agonizo» de William Faulkner

Sobre William Faulkner y su contexto

William Faulkner (1897-1962) es considerado uno de los máximos exponentes de la literatura estadounidense. Fue un prolífico escritor, tanto en novela como en cuento y, en sus inicios, como poeta; incluso incursionó en el mundo cinematográfico al final de su carrera. Procedente de Mississippi, sus historias tienden a hablar de la vida sureña, el cambiante mundo moderno e industrializado que vino con la época entre guerras y el reacomodo que esto implicó en la dinámica familiar del sur.

Faulkner pertenece a la llamada Generación perdida (Lost Generation). Sus historias suelen ser consideradas como fatalistas, al puro estilo realista o naturalista, pero como buen representante del modernismo y las vanguardias, Faulkner innovó con su narrativa. Su mayor aportación es la perspectiva múltiple, que es una voz narrativa en la cada personaje aporta algo desde su particular punto de vista; en estas narraciones se carece de narrador omnisciente, por lo que no sabemos que pasa en su totalidad en la historia. Esta forma de narrar hace que el lector vaya armando la historia con las piezas que el autor le va dando poco a poco, se genera gran tensión en la trama y se juega con la secuencia del tiempo cronológico de la historia.

Polifonía narrativa

En la novela Mientras agonizo (1930), una de sus más reconocidas y aclamadas obras, el autor explora la vida de una familia campesina pobre que se encuentra a la expectativa de la muerte de la madre, esto al inicio de la novela, para después encontrarse en la travesía de llevar su cadáver a su ciudad natal. Para esta historia, Faulkner usa el monólogo interior en cada uno de sus personajes, prescindiendo de un narrador omnisciente o externo, valiéndose de la polifonía narrativa en la cual el lector va hilando la historia con lo que dice un personaje y otro a través de sus recuerdos, observaciones, formas de expresión de acuerdo a la edad y carácter de cada uno. La polifonía narrativa permite conocer la historia que el autor nos presenta desde la conciencia de cada personaje, es como tener una cámara de cine desde la visión de cada uno y luego hacer cambio de perspectiva, lo que permite ver la misma historia desde otro ángulo.

Análisis y síntesis de «Mientras agonizo»

La familia Bundren es la protagonista de esta novela, y se compone por Addie, la mujer que está muriendo, es en torno a su muerte que se mueve la historia; su esposo Anse y sus cinco hijos: Cash, Darl, Jewel, Dewey Dell y Vardaman. Hay otros personajes incidentales como Cora y Vernon Tull, Peadoby el médico y otros vecinos que hacen pocas apariciones.

Lo más interesante de novela es que cada voz narrativa es verosímil, por ejemplo, Cora y su esposo Vernon, son muy religiosos y temerosos de Dios, sus discursos giran en torno a lo que se debería de hacer o no de acuerdo a los designios de Dios. Son ellos quienes introducen los conceptos de pecado, culpa y arrepentimiento que son trasgredidos constantemente por otros personajes.

La dinámica familiar se centra en darle sepultura a Addie, de acuerdo a su deseo de ser enterrada con sus parientes en Jeferson. Al inicio de la historia, la tensión se genera por el ruido de la sierra de Cash mientras le hace el féretro a su madre, quien perversamente está viendo y aprobando los avances que hace su hijo a dicho proyecto desde la ventana de su habitación. Cada clavo y corte de madera anuncian la muerte de Addie y pone de nervios a los demás personajes. Desde el principio, Jewel es presentado como rebelde e impulsivo, violento y arrebatado, lo que genera cierta antipatía hacia él, a diferencia de Darl, quien es comprensivo y reflexivo, muy cercano a su madre y tiende a filosofar, lo que lo hace ver como raro frente a ciertas personas. Sin embargo, es por Darl que conocemos más detalles de los demás y del contexto, se expresa como poeta en ciertas ocasiones y con gran profundidad en sus cuestionamientos.

El viaje al cementerio es un martirio, una verdadera odisea donde cada paso que avanzan se presenta algún tipo de adversidad y la trama se va tensando cada vez más. Identifico como temas principales: la dinámica familiar, los secretos, las motivaciones personales y las faltas o el pecado.

Con la muerte de Addie viene la lluvia, los desastres comienzan uno tras otro hasta el final de la obra. Nadie fuera de la familia entiende por qué deben enterrarla tan lejos y de manera reiterada se lo cuestionan a Anse, quien sólo responde que se lo prometió y debe cumplirle. Anse es un personaje poco agradable, enfermo, sin dientes, descuidado, un esposo abnegado y aparentemente fiel a sus promesas y principios.

Con la caravana a Jeferson los secretos se develan. Creo que es significativo que Jewel viaje en su caballo a un lado de la carreta y no dentro de esta como el resto de la familia, como si supiera que no forma parte de ella en su totalidad, siendo hijo de Addie mas no de Anse. Los dos puentes se vinieron abajo con la tormenta, lo que hace que den un rodeo larguísimo para llegar a su destino. Hacen dos paradas con vecinos que ofrecían su ayuda para asistirlos, pero el orgullo de Anse y su familia les impide aceptar su apoyo, como si tuvieran que padecer el viacrucis funerario. El accidente en el paso del río, donde perdieron a las mulas de la carreta, casi pierden el ataúd de su madre, y Cash se rompe una pierna, fueron incidentes que para cualquiera podrían ser señal de que la encomienda debe ser abandonada, pero no para los Bundren, ya que ni con la situación agravada aceptaron la ayuda de sus vecinos, al contrario, con más ahínco continuaron con la peregrinación.

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La adversidad los acechaba igual que los buitres que percibían el aroma de descomposición de la muerta: Cash estaba herido e inhabilitado, Jewel tuvo que vender su caballo para conseguir otras mulas y Anse sacrificó su dinero ahorrado para su nueva dentadura.

La voz de Addie

Uno de las intervenciones más significativas de la novela es la de Addie, quien, al narrar su historia, devela finalmente el secreto de su infidelidad marital. Addie es una mujer poco afectiva, no demuestra su cariño ni con su marido ni con sus hijos, a quienes percibe como hostiles ya tuvo que compartirse con ellos perdiendo su libertad. Tiene una particular filosofía de vida que dicta que se debe vivir para prepararse para la muerte, su declive personal inicia con el matrimonio y la maternidad. No obstante, una aventura amorosa le devuelve algo de ánimo a su vida y le da al único hijo que percibe como de ella: Jewel (Joya).

Fatalismo

Hasta este punto la historia se desarrolla en un fatalismo abrumador, nada le sale bien a nadie. La historia no mejora en cuanto a la salvación de algún personaje o de todos, pero sí lo hace en cuanto a la tensión que continúa hasta el final.

La siguiente parada de la familia es con otro vecino en donde ocurre un incendio en donde casi pierden la carreta con todo y cargamento: Cash herido y la difunta. En este momento la impulsividad de Jewel se hace heroica, ya que es gracias él que su hermano se salva y también la integridad de su madre muerta. En este punto también sabemos del secreto de Dewey Dell, quien está embarazada y busca realizarse un aborto.

El rol de Vardaman es el de la inocencia, él único que posee esta virtud y quien más padece la muerte de su madre al ser el más pequeño de la familia y el único que no tiene otros pendientes por resolver. Describe a su madre como un pez, justo como el que pescó el día de su muerte, se le cayó en el piso y tuvo que despedazar para la comida. Asoció una muerte con la otra, la del pez con la de su madre. Es curioso como a pesar de que nadie sabe el secreto de Jewel, que es hijo ilegítimo, tanto Darl como Vardaman saben que es un hermano diferente, no sólo por su rebeldía y osadía, incluso Vardaman asevera que la madre de Jewel es un caballo y que la de él es pez, aunque sean la misma madre, con el simbolismo que esto representa.

El aparente orgullo de Anse es desesperante, no acepta ayuda de sus vecinos, ni de comida ni de consejos ni monetaria, complicándose aún más la travesía. Después del entierro, el hombre cambia por completo, se arregla, se perfuma, se afeita y se pone una dentadura nueva con el dinero que le quitó a su hija, el dinero que ésta necesitaba para su aborto.

El final es apabullante: Darl se va al manicomio por ser el causante del incendio del establo de su vecino; Dewey es estafada por el falso médico y robada por su padre; y éste encontró una nueva pareja a unas horas de haber enterrado a la anterior.

Comentario final

La historia logra mantener la atención para no perder la pista de ningún detalle, requiere de cierta paciencia por parte del lector, ya que no brinda una historia completa sino fragmentos de una realidad colectiva construida desde varias realidades personales. Una característica determinante de esta familia es su unión pese a los problemas y su ignorancia, lo que les ha causado aun más problemas, como la estafa a Dewey Dell o enyesarle la pierna a Cash sin engrasársela antes. Se podría decir que pecan de ignorantes, por momentos es desesperante porque el autor no ofrece un rayo de luz de esperanza de que las cosas vayan a cambiar, al contrario, mantiene esta misma brecha de desesperación de que las cosas seguirán igual.

Si buscas una historia de final feliz, Faulkner no es tu autor, pero si buscas tensión, una final sorpresivo y eres un lector dinámico, este autor te encantará. Además, son historias como las nuestras, como las de cualquiera, seguro te identificarás con algún personaje.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

  • Llovet, J. 2012. Faulkner. Lecciones de literatura universal Siglos XII a XX. Editorial Cátedra, Madrid. Págs. 1019-1026
  • Yndurain, F. La obra de William Falukner. Ateneo Madrid, 1953. Págs. 23-32. Revisado en línea el 29/10/2019, en documento PDF de cervantesvirtual.com
  • Faulkner, W. 1930. Mientras agonizo. Editorial Alianza, Madrid, 2017.

¡Hay una película! Dejo el Link si es de tu interés buscarla

David Foster Wallace: la literatura posmoderna

Literatura posmoderna norteamericana

La literatura contemporánea norteamericana comienza con el apogeo de la posmodernidad. El Posmodernismo surge como un movimiento tanto social, económico y político, como artístico en los años 50 aproximadamente. Su principal labor fue hacer una crítica a las categorías de la modernidad, cuestionando los rangos de lo absoluto y la verdad irrefutable. En lo que al arte refiere, fue una reacción contra la elitización del arte y los experimentos discursivos que buscaban la originalidad, pero que terminaron por agotarla. Algunas de sus características más importantes son:

  • el derrocamiento (más bien cuestionamiento) de los meta-relatos (Dios, religión, verdades absolutas, modelos económicos, etc.);
  • la economía de producción trajo como consecuencia a la economía de consumo;
  • el empoderamiento de los medios masivos de comunicación;
  • la búsqueda de lo inmediato y la necesidad de vivir el presente;
  • y la valoración de la diversidad (sexual, principalmente) y el pluralismo.

En cuanto a la literatura, los principales recursos fueron:

  • la parodia,
  • la ironía,
  • el rechazo por las utopías,
  • la metaficción,
  • la auto referencialidad,
  • descolocarse de la categorización de un solo género literario,
  • mayor atención a la estética de lo popular y lo cotidiano.

Aunque hay críticos y estudiosos de la materia que aseguran que la posmodernidad terminó en los años noventa, hay otros que aseguran que aún vivimos bajo sus reglas.

Sobre el autor y su estilo narrativo

David Foster Wallace (1962-2008) fue uno de los críticos que sustentó que el posmodernismo se encontraba en decadencia, debido a que sus características principales habían sido absorbidas por la cultura, logrando homogenizarlas y neutralizar su voz crítica. Los medios de comunicación y entretenimiento fueron su perdición, ya que hicieron de la rebeldía una moda. (¿Te suena familiar?)

Foster Wallace fue un escritor que sabía llamar la atención de su público lector y de la comunidad literaria en general. Su estilo era complejo y disparatado, sus obras eran consideradas como inacabadas y uno de sus temas recurrentes fue lo absurdo.

Sus temas suelen centrarse en su vida personal o en aspectos en relación a sí mismo y su entorno social. Sus personajes tienen grandes dificultades para relacionarse con el mundo, para interactuar con otras personas, para darse cuenta de lo que acontece en su vida diaria porque llevan vidas vacías emocionalmente, víctimas de los designios sociales con los que se tienen que mimetizar. Las adicciones y la exigencia de un estado de bienestar constante hacen que sus personajes no desarrollen su capacidad de reflexionar y sentir.

Su estilo narrativo captura con sus frases largas, extensas notas al pie de página, títulos ingeniosos y carentes de sentido, pero sobre todo un peculiar humor irónico. La narrativa de Wallace se centró en lo absurdo de su contexto, incluso es considerado como el mejor cronista de la sociedad capitalista de fines del siglo XX e inicios del XXI, destacando la crisis de identidad por la que pasaba la clase media americana; crisis por las relaciones humanas superficiales que no lograban hacer vínculos profundos.

Wallace hace una fuerte crítica social la falta de empatía y comprensión al prójimo y de sí mismo, donde los medios de comunicación se vuelven interlocutores de las relaciones humanas.

Esto es agua

En su libro, Esto es agua, que originalmente fue un discurso de fin de cursos que presentó en la Universidad de Kenyon en 2005, Foster Wallace habla de la condición humana de ser egoístas y narcisistas, y hace una sincera invitación a pensar más allá de lo que nos acontece y aqueja en lo individual. Es un escrito de índole humanista, donde deja la ironía y el absurdo de lado para hablar de la importancia de la empatía, el voltear a ver lo que le sucede al vecino o al conductor del auto de al lado. O bien, voltear a vernos en nuestro día a día, en nuestra realidad inmediata. Wallace nos dice que:

las realidades más obvias, ubicuas e importantes son a menudo las que más cuestan de ver y las que más cuestan de explicar.

¡Y es cierto!, no nos observamos ni nos detenemos a pensar en lo que somos ni en lo que hacemos en el cotidiano, que es, por supuesto, nuestra realidad real, valga la redundancia. Es decir, somos lo que comemos, lo que trabajamos, las personas que amamos, los vecinos que odiamos, las compras que hacemos, las ideas que tenemos, etcétera. Pero es esa realidad a veces tan difícil de explicar, que nos dejamos ir en la inercia del día a día, y si no vemos nuestra rutina menos vemos la de los demás, eso requiere tiempo y vivimos corriendo de la mañana a la noche.

La propuesta de Wallace es pensar en lo que hacemos, ser más conscientes de nuestra realidad. Señala que, si bien el objetivo de las humanidades es enseñarnos a pensar, debemos aprender a elegir qué pensar. Adquirir conocimientos es muy fácil, más ahora con el internet, pero reflexionar sobre ese conocimiento adquirido es realmente un reto. Lo mismo sucede con la vida diaria: qué elijo pensar, en qué elijo creer, realmente presto oídos y ojos a mi contexto, a mi familia, a mis vecinos, a desconocidos.

Comentario final

Mientras leía a Wallace recordé una lectura de Umberto Eco donde ponía un especial énfasis en la importancia de la interpretación de nuestro contexto, es decir, la importancia de contextualizar para hacer una lectura adecuada o lo más completa posible, de nuestra realidad. Y es cierto, no puedo aplicar un conocimiento, cual sea que fuese, sin adecuarlo a la realidad circundante. Wallace nos dice que:

arrogancia, confianza ciega y una cerrazón mental (…) es como un encarcelamiento tan completo que el prisionero ni siquiera sabe que está encerrado.

Es decir, hay que desconfiar de las certezas absolutas y abogar por un pensamiento crítico, pero eso requiere de cierto esfuerzo que no siempre queremos hacer, esto es porque, como lo menciona el autor, nos viene de fábrica ser narcisistas y tendemos a pensar sólo en nuestras circunstancias y necesidades. Para ser narcisistas no tenemos que esforzarnos ni tener la voluntad de hacerlo, para lo que sí necesitamos esforzarnos es para no sólo hacer esto, sino en aprender a pensar más allá de lo que pasa frente a nuestras narices.

Si quieres leer una libro corto, fácil de leer, con ejemplos claros y sobre todo, que te llene de coraje para ver el mundo con otros ojos, Esto es agua es tu libro.

Considero que este autor marcó a su generación, tanto por la crítica social como por su escritura, es una verdadera lástima su prematura muerte a manos del suicidio.

Discurso de fin de cursos en la Universidad de Kenyon (Ohio) Mayo, 2005.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

  • Ferrer, A. 2015. David Foster Wallace: narrador de lo absurdo de la Sociedad contemporánea. Temas de Psicoanálisis, No. 9, Enero 2015. Revisado el 25/11/2019, en:
  • Foster Wallace, D. 2009. Esto es agua. Editor digital: Trujano ePub base r1.2 2015.