«Concierto Barroco» de Alejo Carpentier: Intertextualidad musical

La anécdota detrás de la novela

La anécdota cuenta que un día, por allá de 1936, Francesco Malipiero, compositor y musicólogo veneciano, gran amigo de Carpentier, le comentó que se sabía sobre la existencia de una ópera perdida que trata sobre la Conquista de México, de nombre Montezuma de autoría de Vivaldi. Sin embargo, no fue sino hasta 1967 que, por medio de otro amigo musicólogo, Roland de Candé especialista en Vivaldi, obtiene el libreto de dicha ópera y documentos conservados como la portada, la escenografía de los tres actos y la descripción de los personajes.  Con este material, Carpentier se da a la tarea de escribir su propia obra, que resultó en la compleja y divertida novela: Concierto Barroco (1974), novela constituida por la heterogeneidad y transculturación, un cruce entre lo europeo y lo americano, logrado a través de la música.

Montezuma fue estrenada en Venecia, en el teatro de Sant’ Angelo en 1733, el libreto fue escrito por Alvise Giusti basándose en Historia de la conquista de México de Antonio de Solís quien, a su vez, se basa en los testimonios escritos de Cortés, López de Gómara, Bernal Díaz. Carpentier escribe Concierto Barroco como una novela paródica y carnavalesca, donde la música es el tema central, pero también se permite reflexionar sobre la identidad latinoamericana de los personajes principales.

Concierto barroco

La novela se desarrolla en ocho capítulos de longitud corta-media; la historia comienza en México con los preparativos de viaje del Amo. Dicho viaje tiene por objetivo la búsqueda de sus raíces españolas y empaparse de la cultura europea. En su paso por Cuba, por un contratiempo, conoce a Filomeno a quien toma como su mozo, ante el terrible deceso de su sirviente. [1]

Hortensia Moller (1983), en su estudio “Contextos musicales en Concierto Barroco”, asevera que para acercarse a esta novela hay que considerar que Carpentier:

“… comprende el hecho musical latinoamericano como un fenómeno peculiar, diferente en su desarrollo al encadenamiento de sucesos perfectamente claro y coherente que es la dialéctica musical europea” (pp. 338)

La novela muestra esta diferencia cuando el Amo y Filomeno llegan a Madrid y se dan cuenta que no tiene ni el colorido ni los aromas ni los sonidos ni los sabores que en casa (Latinoamércia); tristes y aburridos emprenden el viaje a Italia donde son recibidos en pleno carnaval de Epifanía, entre máscaras y voces se adentran en la fiesta que envuelve a toda la ciudad. Aquí comienza la verdadera aventura musical de la novela.

La intertextualidad musical en «Concierto Barroco»

La intertextualidad[2], concepto creado por Julia Kristeva, que se refiere a que: “todo texto se construye como mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto” (Kristeva, 1978:190)[3]. Este concepto es retomado después por autores como Gérard Genette y Linda Hutcheon. Es Genette quien dedica un amplio estudio al concepto, en su obra Palimpsestos (1982) propone categorías intertextuales que engloba bajo el término transtextualidad[4] que significa la relación de un texto con otros.

La intertextualidad promueve la discusión y el análisis de textos “clásicos”, gracias a la mirada paródica (de burla u homenaje). La maravilla de la intertextualidad es que el diálogo no es sólo entre textos, sino que abarca a todas las expresiones artísticas. En el caso de Concierto Barroco la literatura, la historia y la música dialogan[5], convergen en un concierto.

Paz Barahona, en su artículo Juego, símbolo y fiesta en Concierto barroco de Alejo Carpentier, una mirada desde la música (2008), menciona que Mercedes Gonzalez Kreysa (1998), en su estudio sobre Concierto Barroco propone:

una estructura compuesta por dos voces contrastantes correspondientes a dos puntos de vista de análisis: el punto de vista de la fuga y el punto de vista del concerto grosso. Bajo la perspectiva de la fuga, opera la técnica compositiva del contrapunto polifónico donde el sujeto o ‘dux’ (Amo) expone un tema, que es nuevamente presentado por el contrasujeto (Filomeno), siguiendo a esto una réplica, respuesta o ‘comes’ (Vivaldi, Handell, Scarlatti). De esta forma dux y comes, tema y respuesta es América y Europa en continuo juego de construcción y reconstrucción de elementos musicales, culturales e identitarios.” (Paz, 2008:3)

Por lo tanto, el concerto grosso, la novela en sí misma, está en relación al viaje, así como al diálogo entre el Viejo mundo (Europa) y el Nuevo mundo (América), remarcando sus contrastes tanto como su mezcla. González Kreysa identifica cuatro movimientos:

  • I Veracruz-Habana
  • II España
  • III Venecia
  • IV París-Veracruz.

Se pueden, además, identificar tres momentos trascendentales en la novela, que corresponden a tres conciertos.

Concierto primero

La jam sesión en el Ospedale della Pietà, la escena central del capítulo cinco, el duelo musical entre Vivaldi, Händel y Scarlatti que se ve interrumpido, transgredido de una manera muy divertida, por el negro Filomeno y sus instrumentos musicales improvisados con los trastes de cocina. Este momento se trata de una polifonía burlesca digna de carnaval, donde los instrumentos dialogan y los músicos clásicos se ven envueltos en una dinámica fuera de su tradicional duelo musical y se dejan llevar por la propuesta de Filomeno, a quien dejan improvisar durante 32 compases. La fiesta continua hasta el punto de seguir la conga y cantar Matar a la culebra:

La culebra se murió

Ca-la-ba-són

Son-són

Cantaba Filomeno.

Kábala-sum-sum-sum[6]

Le contestaban los europeos.

Esta fiesta permite contrarrestar la creencia de que la música “clásica” o de “época” es seria y que la música popular latinoamericana es “simple”. Carpentier logra una hibridación musical, una mixtura entre la música clásica y la popular; rasgo característico de lo barroco.

Concierto segundo

El segundo concierto corresponde al ensayo general de la ópera Montezuma, Montezuma genera un gran desconcierto en el Amo, ya que nota una serie de modificaciones de la historia que le confió a Vivaldi. Por momentos se emociona y grita de alegría y júbilo; en otros, se enoja, alegando que así no sucedieron las cosas, que los personajes están cambiados y termina decepcionado de la gran producción del compositor italiano. Vivaldi justifica su ópera sustentando que su libreto está basado en la obra de Antonio de Solís y que el final debió ser cambiado por los requerimientos que la ópera brinda al público. Vivaldi dice: “

No me joda con la Historia en materia de teatro. Lo que cuenta aquí es la ilusión poética (…) En América, todo es fábula…[7]

Concierto tercero

El tercer concierto es el de Louis Armstrong que cierra la novela con otra irrupción del tiempo, ya que Carpentier nos traslada hasta el Siglo XX cuando el jazzista está de gira por Europa y el negro Filomeno asiste a su concierto.

Diálogo entre textos: Intertextualidad

Cada uno de los conciertos genera un desconcierto ya que hay una constate irrupción e imprevistos que chocan con lo que sabemos de historia (cronológica) y de música (épocas y culturas). Carpentier juega con el tiempo, con las categorías estéticas e ideológicas y las abre a nuevas dimensiones, que es justo lo que sustenta el concepto de intertextualidad, el diálogo entre textos que generan más textos. En este caso, el autor cubano propone:

  • el diálogo entre culturas (americana y europea);
  • el diálogo entre músicos (Vivaldi, Händel y Scarlatti con Filomeno);
  • entre tipos de música (el carnaval, la ópera, la improvisación estilo jam session, los ritmos latinos, caribeños, africanos y el jazz);
  • el diálogo entre épocas que se transponen, los saltos en el tiempo que parecieran no afectar el curso de la historia sino que llevan la trama de una manera fluida;
  • y el más colorido diálogo entre instrumentos europeos y latinoamericanos: la vihuela, la mandolina, rabel, basso di gamba, chitarrone, clavicémbalo, etc., frente a zampoñas, tipinaguas, sonajas, marugas, tambores y algunos producto del mestizaje cultural como la vihuela mexicana, el órgano de palo, clarincillos.

Además de estos tres conciertos, la obra está repleta, al puro estilo barroco carpenteriano (horror al vacío), de alusiones y referencias directas a la música, que van desde enunciar canciones como  Las Mañanitas o la copla italiana que canta el sirviente Francisquillo; hasta la aparición de otros compositores destacados como Stravinski (1882-1971), que aparece muerto en la novela, en la escena en que los protagonistas desayunan en el cementerio, mientras que Richard Wagner (1813-1883) aparece como recién fallecido, lo que ubica una fecha específica a la novela, 1883.

Estos saltos en el tiempo son recurrentes en la novela, otro ejemplo es la fecha en que se estrena Montezuma 1733 y la despedida entre Filomeno y el Amo en la estación de tren, que sitúa la época alrededor de los años 30´s del siglo XX, con la asistencia del negro al concierto de Louis Armstrong.

Al final, el Amo encuentra su identidad en la cultura mexicana en tanto criolla, el viaje y la puesta en escena la ópera vivaldiana, le dio lo necesario para asumir que se identifica más con el pueblo conquistado que con el conquistador.


Citas

[1] Hay una clara alusión a la figura de el Quijote y Sancho Panza, el Amo y Filomeno; además, la idea del viaje de aventuras que constituye a los personajes.

[2] Revisado en: Macedo, Alfonso. La intertextualidad: cruce de disciplinas humanísticas. 2008.

[3] Citado en: Macedo, Alfonso. La intertextualidad: cruce de disciplinas humanísticas. 2008.

[4] También desarrolla los conceptos: paratextualidad, metatextualidad, architextualidad e hipertextualidad.

[5] Sin contar las decenas de alusiones directas e indirectas a todo tipo de personajes, épocas, arquitectura, obras literarias que maneja Carpentier en esta novela.

[6] Carpentier, A. Concierto Barroco. Pp. 199

[7] Ibidem, pp. 221.

Referencias bibliográficas